Introducción:
El aprendizaje es una actividad cuyo protagonista es el sujeto que aprende. Todo lo demás, incluido el docente, es secundario. Por eso, para garantizar el aprendizaje, no basta con la asistencia del estudiante, con su presencia física en clase, o con la acumulación de horas frente a un libro. Quien desee aprender debe adoptar una actitud activa, debe asumir su protagonismo y superar la tendencia a la comodidad, a la pasividad. Toda técnica de estudio, toda estrategia para la optimización del aprendizaje, parte de este presupuesto.
Leer una novela, ver una película, presenciar un espectáculo musical o deportivo, son actividades esencialmente pasivas. Nada podemos hacer por salvar la vida del protagonista de la película ante un peligro inminente; sólo podemos estremecernos y esperar. Afrontar la lectura de un libro de estudio, una clase o una conferencia, con una actitud similar, es reducir nuestro rendimiento y perder el tiempo.
Las técnicas de estudio son modos de hacer operativa nuestra actitud frente al estudio y el aprendizaje. Favorecen la atención y la concentración, exigen distinguir lo principal de lo secundario, e implican no sólo lo visual y auditivo, sino también la escritura, reduciendo la dispersión o haciéndola evidente para el propio sujeto.
Distintas técnicas:
La experiencia de generaciones de estudiantes ha ido consolidando el prestigio y la práctica de algunos procedimientos sencillos y efectivos para favorecer el aprendizaje:
No debemos olvidar que todas estas técnicas suponen la comprensión de lo leído o escuchado. Comprender es lo primero y fundamental. Si no hemos comprendido lo leído, tanto el subrayado, cuanto las notas marginales o el resumen, carecerán de valor. Por consiguiente, a modo de complemento de lo anterior, abordaremos el problema de la lectura comprensiva e indicaremos algunas estrategias para lograrla.
Las técnicas de estudio o estrategias de estudio son distintas perspectivas aplicadas al aprendizaje. Generalmente son críticas para alcanzar el éxito en la escuela.1 Hay una variedad de técnicas de estudio, que pueden enfocarse en el proceso de organizar, tomar y retener nueva información, o superar exámenes. Estas técnicas incluyen mnemotecnias, que ayudan a la retención de listas de información, y toma de notas efectiva.2
Es una manera formulada que de este modo y bajo esta denominación, se integran y agrupan técnicas directamente implicadas en el propio proceso del estudio; tales como la planificación de dicha actividad, el subrayado, el resumen, la elaboración de esquemas, el repaso, etc.; así como otras estrategias que tienen un carácter más complementario, como pueden ser la toma de apuntes o la realización de trabajos escolares.
Según Ricardo Cuya Vera se obtiene un buen rendimiento en los estudios si se sigue la teoría de las 4 Leyes del estudiante Activo:
- Atiende la clase totalmente concentrado.
- Toma notas de aspectos claves.
- Haz preguntas.
- Repasa.
En cuanto a la enseñanza de estas técnicas, tanto la psicología del aprendizaje (particularmente la concepción "constructivista" procedente de la psicología cognitiva), como la práctica educativa, coinciden en considerar el modelado y el moldeado docente como las estrategias didácticas más idóneas a la hora de promover un aprendizaje eficaz y profundo de dichas estrategias.
Aunque frecuentemente se les deja al estudiante y a su red personal de soporte, se está incrementando la enseñanza de las técnicas de estudio a nivel de la escuela secundaria y universidad. Existe disponible un gran número de libros y sitios web, que abarcan desde trabajos acerca de técnicas específicas, tales como los libros de Tony Buzan acerca de mapas mentales, hasta guías generales para un estudio exitoso.
Más ampliamente, una técnica que mejora la habilidad de una persona para estudiar y superar exámenes puede ser denominada técnica de estudio, y esto puede incluir técnicas de administración del tiempo y motivacionales.
Las técnicas de estudio son técnicas discretas que pueden ser aprendidas, generalmente en un período corto, y ser aplicadas a todos o casi todos los campos de estudio. En consecuencia debe distinguírseles de las que son específicas para un campo particular de estudio, por ejemplo la música o la tecnología, y de habilidades inherentes al estudiante, tales como aspectos de inteligencia y estilo de aprendizaje.
Tipos de técnicas de estudio
Consiste en que el alumno conozca su propio proceso de aprendizaje, la programación consiste de estrategias de aprendizaje de memoria, de resolución de problemas, de elección y toma de decisiones y, en definitiva, de autorregulación. Esto hará que se amplíe extraordinariamente la capacidad y la eficacia del conocimiento.
Factores importantes para una estrategia
- conocimientos previos
- recursos personales
- int erés
- objetivos del trabajo
- características del contenido
- tiempo
- lugar
- materiales
- adecuación a la demanda
- planificación
- regulación
- evaluación
Técnicas de Estudio
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La agilidad mental de un estudiante puede estar condicionada, más que por sus capacidades mentales, por su motivación. La aplicación de unas buenas técnicas de estudio que le permitan corregir ciertos hábitos puede mejorar o reforzar su rendimiento académico sustancialmente y fortalecer estímulos muy potentes que le lleven a triunfar donde antes había un fracaso tras fracaso.
No se trata de técnicas de memorización, reglas nemotécnicas o de lectura rápida que aquí se abordan muy de pasada. En muchos casos estas técnicas se superponen, por ejemplo, a una absoluta falta de concentración que le impide potenciar un mínimo rendimiento académico.
Sugerimos un método más amplio que ayude a explorar o evaluar las múltiples facetas del estudio y del propio estudiante, su autoestima, sus hábitos, etc. Hay muchos alumnos que no llegan hacer cosas tan sencillas como subrayar sus libros o sus apuntes; otros mantienen hábitos alimentarios o de sueño muy negativos, por no hablar de aquellos que tienen una escasa motivación para estudiar o para hacer planes y horarios.
En general en lo que se denomina "un mal estudiante" si se profundiza un poco, aparecen múltiples y diversos factores, más allá de una única causa explicativa de su bajo rendimiento.
En esas páginas nos proponemos estimular aquellas vertientes positivas que inciden favorablemente en la eficiencia del estudio, dando un rápido repaso a todas ellas. Hay que reconocer la escasez en el mundo hispánico de este tipo técnicas, frente a las técnicas americanas de estudio, ricas en contenidos y propuestas. En su mayor parte se seguirán diversas fuentes americanas ricas en consejos para estimular el aprendizaje.